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Colchones de espuma de poliuretano

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Colchones de espuma de poliuretano

Colchones de espuma de poliuretano

El colchón es una pieza almohadillada y flexible que se coloca sobre la cama y se utiliza para dormir.


El colchón relleno de lana llegó a Europa tras las Cruzadas, cuando los europeos adoptaron la costumbre árabe de dormir sobre cojines. El nombre deriva del latín culcĭta, colcha, cobertura de cama. 

Historia

Antiguamente, los colchones constaban de una funda rellena de materiales orgánicos como paja, lana, hojas, etc. que eran nido de pequeños insectos (ácaros, pulgas, chinches) por lo que había que ventilarlos y airearlos periódicamente. Los colchones de lana fueron populares en Europa hasta bien entrado el siglo XX. En algunos países, existía la figura del colchonero que era un profesional que viajaba de pueblo en pueblo aireando, rellenando y ahuecando los colchones de lana.

En el siglo XVI se lanzó en Francia el colchón de aire que gozó de un limitado periodo de éxito al igual que en el siglo XVII en Londres.

A principios del siglo XVII se lanzaron en el Reino Unido los primeros colchones de muelles. El problema es que al tratarse de muelles cilíndricos no se comprimían sino que se vencían hacia el frente y los laterales.

A mediados de la década de 1850 se comenzaron a fabricar, todavía de forma artesanal, muelles cónicos que facilitaban su compresión vertical. Uno de los colchones más populares en Estados Unidos fue lanzado en 1925 por el fabricante Zalmon Simmons y se denominó Beautyrest.

 

Tipos de colchones

 

Colchón de látex

Se compone de un bloque de látex envuelto en una funda acolchada. La obtención de dicho bloque se consigue al espumar el líquido obtenido del árbol Heveas Brasiliensis, abundante en Malasia.

El bloque toma forma del molde de diferentes fabricantes. Generalmente, dispone de orificios que permiten la circulación del aire y que se distribuyen de manera desigual sobre la superficie para crear diferentes zonas de confort. El látex se adapta al cuerpo de manera más uniforme que los muelles por lo que se considera una evolución de este tipo de colchón. Otro uso del látex se da como sustitución de las planchas de poliuretano de los colchones tradicionales proporcionando así una fórmula mixta de descanso. La adaptabilidad del látex hace a los colchones idóneos para combinarlos con somieres abatibles o camas eléctricas.

Exiten varios tipos de látex de lo que depende la calidad del colchón.

1. Sintético: se obtiene a partir de una formulación sintética del látex.

2. Mezcla: va desde el 20% de látex, a un 50% del mismo, combinado con espumas. Generalmente son menos propensos a desarrollar humedad y son menos pesados que los de látex natural.

3. Natural: se considera natural cuando en un 85% es látex y el resto espumas u otros tipos de materiales, generalmente, aditivos utilizados para el transporte a Europa del líquido obtenido en Malasia.

 

Es muy importante tener en cuenta que la legislación en España permite etiquetar a los dos primeros tipos de látex como Látex 100%, lo cual habitualmente lleva a engaño ya que se trata de productos que son sintéticos en su mayor parte.

En el caso del látex natural, por lo general de coste más elevado, puede ser etiquetado como tal cuando supera el 85% de materia natural.

Las principales pegas es que el látex debe ser aireado al menos dos veces en semana y si el porcentaje de látex natural es muy alto, el colchón resulta muy pesado para moverlo, se degrada antes que el sintético y es más dado a desarrollar moho.

 

Colchón de espuma

Bloques de espuma y fundas para montar los colchones Se compone de un bloque de espuma de poliuretano de densidad variable (40kg., 50 kg., etc.) enfundado en una tela, generalmente, de algodón.

 

Colchón de espuma viscoelástica

El material viscoelástico (poliuretano flexible) fue desarrollado por la NASA con unas propiedades únicas e innovadoras para aliviar la presión del cuerpo. Este tipo de material sintético nació como resultado directo del programa espacial en los años sesenta, aunque fue a principios de los 90 cuando los investigadores consiguieron incorporarlo al uso doméstico. El material viscoelástico (también llamado viscolástica, visco elástica, viscolastic, viscoelástica, etc) incorporado en artículos del descanso, en un principio se utilizaba sobre todo en hospitales, pero en los últimos años su comercialización se ha generalizado tanto que este tipo de colchón ya se encuentra en muchos hogares. Entre las propiedades del material viscoelástico destaca su gran adaptabilidad y su grado de firmeza medio.

Los colchones de espuma viscoelástica se componen de varias partes de densidad variable realizados con una espumación llamada de alta resilencia o HR (High Resilence), desde 18 kg/m³ en las gamas más básicas y llega hasta 90 kg/m³, dependiendo de la firmeza que desee el durmiente. Esta densidad determina que el colchón sea más blando o más duro, es por eso, que una densidad media es más adecuada que una muy blanda o demasiado dura. En el primer caso puede resultar en un soporte insuficiente para el cuerpo y la alineación saludable de la columna y en el segundo caso, la dureza del material puede hacer que la ingravidez, propia de este material, desaparezca, además de que la transpirabilidad sea casi nula puesto que esa alta densidad no permite que el poro apenas esté abierto para que el aire circule.

 

Colchoneta

Es un colchón de pequeñas dimensiones. La colchoneta es más baja que el colchón (unos 10 cm de altura), pueden ser de una o dos personas.

El proceso de fabricación es similar al de un colchón pero se utiliza una carcasa más baja y se economiza en el número de componentes utilizados: planchas de espuma, válvulas de aireación, etc. Al igual que éstos puede ser de espuma, muelles, látex, etc.

Se considera un producto de gama media-baja dado que es más barata que un colchón. Se comercializa para segmentos juveniles y se utiliza en albergues, campamentos, camping etc. También es lo indicado para colocar en la parte inferior de las camas nido.

 

Una de las necesidades primordiales del cuerpo humano es descansar ya que, cuanto más profundo y sin interrupciones sea el descanso, mayor será el efecto reparador y renovador del sueño. Hay varias causas que evitan obtener un sueño de calidad interrupiendo la fase REM (Rapid Eye Movement) del sueño. Una de ellas es la presión que ejerce la superficie de descanso sobre nuestro cuerpo, hasta el punto de obligarnos a cambiar de postura una y otra vez. Ese movimiento provoca un microdespertar que nos hace salir de la fase de sueño profundo. La adaptabilidad de algunos materiales (viscoelástico) elimina la presión de la superficie de descanso sobre el cuerpo, permitiendo mantenerse más tiempo en la fase óptima del descanso. No obstante, hay que tener en cuenta que el sueño, según los especialistas, es una fase activa y necesita una serie de movimientos "naturales" durante el mismo; por esto es conveniente evitar superficies de descanso que provoquen la sensación de encajonamiento ya que, la necesidad natural de movimiento del cuerpo, al verse impedida provoca también el abandono súbito de la fase REM del sueño. Los especialistas en descanso han comprobado que el colchón óptimo para descansar no debe ser ni duro ni blando.

El material viscoelástico moderno y de buena calidad está formado por células abiertas y permite que el aire circule libremente, es por ello que el (viscoelástico) moldeado o de célula cerrada en ocasiones puede incrementar la sensación de calor en el lecho. Esta premisa suele ser más certera en productos de gáma básica que se anuncian como material viscoelástico pero que no tienen los tratamientos necesarios para que se adapten saludablemente al durmiente. En el caso del material espumado, también llamado de célula abierta, presenta una estructura en forma de nido de abeja, lo que garantiza la ausencia de calor en el colchón; además, para garantizar una higiene máxima en el descanso, y gracias a los avances tecnológicos de investigación y desarrollo, los materiales incluyen tratamientos antiácaros, antibacterias y antihongos, útiles durante toda la vida del colchón. 

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